Dream Makers, Zenevieva Alekseeva & Brunette Moreau

La joven estaba al borde del sueño. No porque la clase en cuestión no fuese de su agrado, de hecho Historia de la Magia era de sus favoritas, sino por las pocas horas que llegaba a dormir por las noches. Esos últimos días, Zenevieva se había quedado despierta hasta tarde entre trabajos y torres de libros. No podía permitirse bajar la guardia a esas alturas del curso, lo cual suponía noches en vela pasando apuntes, estudiando y terminando diversos ensayos que debía entregar. Estuvo a punto de saltar de alegría y soltar un pequeño gritito cuando la clase llegó a su fin. Era la última del día, por lo que por fin sería libre. Ya estaba pensando en la siesta que se iba a echar, pues era viernes, cuando recordó que había quedado con Brunette para estudiar. Toda esa alegría que la había invadido al enterarse del final de la lección, se evaporó como el agua al recordar aquello. Al menos habían decidido que sería en los jardines.

Con paso acelerado, se dirigió a su sala común, donde planeaba coger los libros necesarios junto con varios pergaminos, un tintero y un par de plumas. Por si a su pelirroja mejor amiga se le olvidaba la suya. Llegó a su primer destino y tras coger todo lo anteriormente nombrado, prosiguió a la siguiente localización. Los jardines. Esta vez, el paso que llevaba se había ralentizado, no tenía ganas algunas de llegar a aquel lugar. Solo de pensar que tenía que quedarse despierta estudiando un viernes, los párpados se le cerraban solos. La rusa era consciente de que todo lo que tenía que hacer era auto convencerse de que no tenía sueño. Al menos aquello había funcionado en otras ocasiones.

Llegó. Arrastrando los pies. Pero llegó. Un soplo de brisa golpeó su rostro de lleno en el momento en que pisó los terrenos de Hogwarts. Aquella pequeña corriente de aire fresco la espabiló un poco y con la mente algo más despejada se puso a buscar a Brunette con la mirada. Al no encontrarla por ninguna parte, sujetó todos los materiales que llevaba con un brazo, y miró el reloj que llevaba en la muñeca izquierda. Había llegado diez minutos antes de lo previsto. Volvió a escanear los jardines con la mirada en busca de alguna sombra donde acomodarse a esperar y, posteriormente, estudiar.

Encontró el lugar ideal a la sombra de un árbol y se dirigió hacia allá. Una vez sentada en el césped, y con la espalda apoyada sobre el tronco de aquel árbol. miró de nuevo el reloj y se percató de que había tardado siete minutos en visualizar aquel lugar. Esperaba que la slytherin que estaba por llegar no tardase tanto, o al final apenas estudiarían. Cinco minutos más tarde, Brunette apareció en su campo de visión. —¡Pelirroja!— Trató de llamar la atención de la chica con aquel grito a la vez que movía ambos brazos.

Había quedado con Zenevieva después de clases para estudiar. Si lo mirabas desde diferentes perspectivas, el viernes podía ser el mejor día para hacer los deberes o el peor. Acababa de salir de clase de pociones y aunque deseaba ir a su sala común y estirarse un rato o coger su escoba y volar, el deber era el deber, así que como había quedado con Zenevieva, se dirigió hacia los jardines del castillo.
Quería despejarse un poco y con hacer una o dos horas más de deberes, seguro que tanto ella como su mejor amiga terminarían hartas de hacer trabajos. Pero lo cierto era que era mejor hacer los deberes y estudiar ahora y así tendrían todo el fin de semana para divertirse y no tener que estar el domingo a las tantas de la noche terminando de hacer faena. A demás, que conociéndolas a las dos, no se iban a aburrir ni mucho menos.
Más que hacer deberes, había sido una excusa para quedar y verse un rato y seguro que terminarían charlando de sus cosas, como siempre hacían.

Llegó a los jardines puntual y empezó a buscar una cabellera rubia con una túnica azul. Finalmente, antes de que la consiguiera ver, la Ravenclaw alzó la voz y la llamó por su color de pelo. Brunette estaba convencida de que era e ella a la que llamaba, así que se giró hacia donde provenía la voz y vio a la Ravenclaw sentada en el césped apoyada a un árbol. Se acercó hacia su amiga hasta que estubo tan cerca de ella que tenía que bajar la cabeza para poder verle la cara-Hey-La saludó-De hecho, soy más castaña que pelirroja-Dijo bromeando, aunque tenía mitad de razón. No era pelirroja como Rose Weasley ni castaña como Alice Longbottom. Era una mezcla rara. Aunque ya la habían tomado como peliroja e iba a serlo durante todos los cursos que faltaban por llegar.

-Anda, déjame algo de sitio-Lo dijo con todavía un toque de humor. Cuando la rubia le dejó sitio, se sento a su lado, apoyando la espalda en el árbol-el cual no era muy cómodo, pero bueno, tampoco tenían muchas opciones- y sacó los diferentes libros que había traído para estudiar-¿Que tal todo?-Le preguntó esta vez, cambiando su mirada hacia la de su amiga. Hacía prácticamente una semana que no se habían visto. Iban a distintas casas y a veces podían coincidir en algunas clases, pero eran pocas las veces y cuando lo hacían, se tenían que concentrar tanto en la clase que a penas podían hablar de sus cosas. Así que era la mejor opción para empezar a charlar.

Después de preguntarle eso a su amiga, volvió a dirigir su mirada hacia los libros. Había traído dos de dos distintas asigntaruras-¿Por donde empezamos? ¿Prefieres por runas o aritmancia?-Le preguntó a la chica. A ella le daba igual empezar por una o por otra, la cuestión era empezar para así terminar cuanto más pronto mejor.